Con toda seguridad era una mañana lluviosa aquella del 2 de febrero de 1978 en Guayaquil. Ese dia una niña nacía en la maternidad Enrique C. Sotomayor de esta ciudad, pese a que el destino le tenia preparado otro pais para crecer, otra mama para amarla y otro idioma para comunicarse.
La pequeña fue inscrita como Cristina Molina y su madre dijo llamarse Jacinta Santillan, una mujer trigueña, muy pobre y aquel entonces, soltera, quien abandono a su recien nacida en la Maternidad.
Quiza la pobreza, la falta de apoyo o quien sabe que razones tuvo Jacinta Santillan para dejar a su bebita. Habia pensado que en otros brazos y en otro hogar iba a tener mejores dias...
y asi fue.
La pequeña Cristina fue ingresada a una institución de adopcion hasta que un matrimonio europeo se intereso en darle todo lo que necesitaba.
La niña trigueña y de mirada tierna, con su carita alegre y risueña se fue con su nueva familia a vivir en un pais lejano a aprender una lengua distinta al español, a escuchar palabras amorosas de unos padres que no eran sus progenitores biologicos.
A partir de entonces, adopto la nacionalidad holandesa, estudio como europea, mas, crecio entre amigos y amigas, su mundo giraba en torno a las comodidades que aqui en Ecuador nunca habria tenido.
Cristina se hizo mujer
La huella del tiempo borro de su memoria todo rastro de Guayaquil, sin embargo mientras crecia sus padres le contaban la verdad acerca de sus origenes en Ecuador.
Llego la epoca del colegio, la universidad y tambien llego el amor. Cristina, la hermosa mujer de piel morena se enamoro, luego se caso y hoy es madre de 2 hijos.
Pero en medio de toda esa felicidad, desarrollo y buen avida que lleva en Holanda a Cristina le falta algo. A ratos un manto de melancolia atraviesa por su mente y no sabia como expresarlo ni a quien decirselo.
Han sido años de angustia, de preguntas sin respuestas, de imaginarse un rostro, una voz, a su verdadera madre, al ser que un dia le dio la vida. Pero no habla español y su drama se multiplicaba cada dia.
Hasta que una luz de esperanza brillo cuando apareció en su vida una amiga latina quien le conto esta historia.
Gina Hernandez, su amiga, encontro a Extra en el internet y sin pensarlo dos veces nos escribio desde Holanda y sin pensarlo dos veces nos escribio desde Holanda porque penso que a traves de estas paginas podemos encontrar a la mama de cristina, doña jacinta santillan, y decirle que su hija sueña con verla, que a pesar de lo que paso en 1978, hay un lazo que no se ha roto jamas.
Durante todos estos días, Cristina en Holanda, ha estado pendiente de que esta publicación aparezca en extra para que encontremos a su madre Jacinta Santillan. en su idioma le pregunta a su amiga que ha pasado con la busqueda.
Esta noticia escrita, su madre me la entrego hace 2 meses que Dios la puso en mi camino esta humilde mujer. La Señora Jacinta Santillan ya la encontramos. Pero ahora no encontramos a Cristina.
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